Comparando la luz y la oscuridad para resaltar la verdad
La comparación de la educación es uno de los métodos que pueden ayudar en el crecimiento mental e ideológico de uno.
Las personas no son iguales en términos de condiciones mentales y psicológicas. Lo que alguien disfruta puede ser un tormento para otra persona. Es por eso que los métodos educativos para cada persona pueden ser diferentes de los que se usan para otra persona.
Uno de los métodos educativos que usó el Profeta Abraham (p) fue el método de comparación.
Al comparar comportamientos, un maestro puede crear un modelo en la mente de su alumno para que el alumno pueda encontrar automáticamente el camino correcto. Al comparar comportamientos y aprender las debilidades y fortalezas de cada comportamiento, uno también puede lograr confianza en sí mismo y un estatus social más alto.
El Imam Ali (p) dice en el Hadiz 121 de Nahch al-balaga: “Qué diferencia hay entre dos tipos de acciones: un acto cuyo placer pasa pero su (mala) consecuencia permanece, y un acto cuya dificultad pasa pero su la recompensa se queda”.
Abraham (p) usó este método para persuadir a los idólatras a abandonar su politeísmo. Comparó a los ídolos impotentes con Dios, adorando a quien llevará a los humanos a la salvación:
1- Dijo: ¿Acaso os escuchan cuando los invocáis? ¿U os benefician u os perjudican? (Versículos 72-73 de Surah Ash-Shuara)
2- “Él dijo: ‘¿Entonces adorarías eso, en lugar de Allah, que no puede ni ayudarte ni dañarte?’” (Versículo 66 de Surah Al-Anbiya)
Interpretando este verso, el ayatolá Makarem Shirazi escribe: ¿De qué sirven estos dioses que no pueden hablar, no tienen entendimiento ni poder de razonamiento, no pueden defenderse y no pueden pedir ayuda? Se cree en Dios porque es digno de ser adorado, y esto no tendría sentido tratándose de ídolos inanimados, ni por los beneficios que trae este acto de adoración, y lo que hizo Abraham (p) (rompiendo ídolos en pedazos) prueba que no tienen ventaja ni pueden causar daño.
Después de mostrarles que los ídolos no tienen ningún beneficio, Abraham comienza el segundo lado de la comparación, mostrándoles que adorar a Dios tiene tanto beneficio como ventaja:
Dijo: ¿Habéis visto lo que adoráis vosotros y vuestros padres antiguos? Ellos son mis enemigos, al contrario del Señor de los mundos. Que me creó y me guía. Que me alimenta y me da de beber y que, cuando estoy enfermo, me cura. Y el que me hará morir y luego me devolverá a la vida. Y de Quien espero con anhelo que me perdone las faltas el Día de la Rendición de cuentas. (Sura Al-Shu'ara - 75,82)
No queda ninguna razón para adorar ídolos después de esta confrontación. Es tan convocante que nadie puede rechazarlo, aunque, lamentablemente, hay algunos cuyo corazón está enfermo y se niegan a aceptar la verdad y cambiar sus caminos.
